
En la orilla del río Duero, en la ciudad de Zamora, y en el barrio de Olivares nos encontramos un conjunto de Molinos de Agua Medievales. Estos molinos fueron la primera industria de la ciudad en el siglo X y en esta época se levantaron hasta siete ruedas para la molienda del trigo, con sus correspondientes presas.
Los mecanismos que funcionan en ríos con gran caudal se llaman Aceñas, mientras que se reserva la denominación molino a aquellos que están ubicados en cauces de menor caudal. La palabra aceña proviene del árabe “as-saniya” cuya traducción es molino harinero de agua.
Según ha ido pasando el tiempo han tenido varias reconstrucciones, hasta que en el siglo XIX perdieron el uso molinero que se le venia dando. Estas aceñas constituyen uno de los cinco conjuntos que todavía subsisten en la ciudad de Zamora, aunque ninguno de ellos esta en uso.
Este conjunto de aceñas lo forman tres edificaciones que reciben el nombre de la Primera, la Manca y la Rusbica. Estas edificaciones están construidas sobre el cauce del río Duero y fueron rehabilitadas y consolidadas para instalar en ellas el Centro de Interpretación de las Industrias Tradicionales del Agua.
Inauguradas en julio de 2008, la conversión de las Aceñas en producto turístico ha supuesto, no sólo la recuperación de sus arquitecturas, sino que también ofrece la posibilidad a sus visitantes de sentir al río Duero, escuchar su fuerza, disfrutar de sus vistas o caminar por encima de él.
Cada una de las tres aceñas tiene dos alturas. En su parte baja, se ha restaurado un ingenio hidráulico, donde los visitantes pueden contemplar su funcionamiento. En la planta superior se incluye paneles informativos, objetos tradicionales, montajes audiovisuales y maquetas de la Zamora medieval.
De Martes a Domingo:
Mañanas de 10,00 a 14,00 h.
Tardes de 19,00 a 22,00 h.
Lunes cerrado
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